sábado, 16 de septiembre de 2006

Etapa 1 - Sant Jean Pied de Port - Roncesvalles

Bueno, aquí empieza la aventura. Salí ayer de la estación de Chamartín a las 22:45, pasé toda la noche durmiendo y llegué esta mañana a las 7:30 a Hendaya, a las 7:44 cogí un tren hacia Bayona y a las 8:31 salí de Bayona a Sant Jean Pied de Port, llegué a las 9:43.

Anduve un poco por el pueblo hasta llegar desde la estación de tren hasta el centro del pueblo, y terminé encontrando la oficina de turismo, donde una chica francesa, en perfecto español, me indicó dónde estaba la asociación de amigos del camino de Santiago francesa y me dió un mapa del pueblo. Me sorprendió mucho lo bien que hablaba español, y pensé que esa sería la tónica general de un pueblo que se encuentra tan cerca de España. Me equivocaba. Según llegué a la asociación de amigos del camino de Santiago me di cuenta que allí nadie hablaba español. Me sellaron la credencial y una mujer me dio una bolsita impermeable para que no se me estropease, todo un detalle. También me dio unos mapas de la primera etapa, y cuando intenté hablar con ella en inglés para ver si así lo conseguía, se pensó que yo era inglés y me cambió todos los mapas por mapas en inglés. Le dije que no, que era español, pero como no me entendía prefería dejarlo así y no liar más la cosa.


Al final salí de allí firmando el libro de visitas y dejando unas monedas en el bote de donativos. Salí buscando la 'Rue de Espagne' y compré una postal en una tienda. Cuando me di cuenta eran las once y se estaba poniendo a llover más, así que decidí sacar la artillería pesada; abrigo de gore tex, impermeable y cubremochilas. Me deshice de la esterilla, acerté, pues nunca me llegó a hacer falta. Al final salí de allí sobre las once y cuarto, y como no encontré más ruta que una, empecé a subir por ahí. Estaba cogiendo la ruta más dura, la que eligió Napoleón en su día para invadir la península y la que supone mejores vistas pero peores condiciones. En el fondo tampoco vi la situación tan dramática como me advirtieron en la asociación de amigos del camino de Santiago, así que lo intenté.


Las primeras subidas no fueron tan horribles, de hecho chispeaba a veces, disfrutaba de las vistas, las cabras y vacas, y cogía agua de cada fuente. Todo bien hasta que llegué en mi camino a la puerta de una casa con un perro bastante grande sentado a unos cincuenta metros, el cual al verme salió corriendo hacia mí como un misil, ladrando y sin pestañear. Al principio pensé que vendría a saludarme, hasta que vi los ojos de ira, el rabo sin moverse un milímetro y la expresión de querer acabar conmigo. En ese momento sentí miedo, miedo y una gran alegría de llevar conmigo un bordón de madera en lugar de una vara extensible de aluminio. Cogí la vara por un lado y la agité con fuerza mientras le enseñaba yo también los dientes y le gruñía con una fingida cara de furia. El perro se quedó a un metro mío, reclinado hacia detrás, ladrando como un condenado. Cuando hice un amago de continuar mi marcha, trató de levantarse para tirárseme y volví a amenazarla con mi curiosa forma de agitar el palo. Al final logré irme poco a poco mientras el perro no me quitaba ojo de encima, con el corazón latiéndome a mil por hora.


Un oveja francesa

Seguí subiendo más y más hasta llegar a una zona en la que se acaba el camino asfaltado y comenzaba un camino de tierra, y fue entonces cuando comenzó a diluviar en vez de a chispear. Caía agua de todos los frentes, incluso de abajo hacia arriba, y no había sitio alguno donde refugiarse o parar. El diluvio duró un buen rato, mojándome entero, por dentro y por fuera, podría ser casualidad, pero cinco minutos después de pedirle al apóstol que dejase de llover el viento cesó un poco, aunque la lluvia siguió, pero ya podía caminar mejor. Así que me vi calado de arriba a abajo, con los pies mojados, con hambre y frío, dando gracias porque al menos podía andar sin torcerme, lo que es la vida.


Conseguí coronar el collado Bentartea y el collado Lepoeder y entonces comenzó un descenso con un pronunciado desnivel formado por rocas húmedas, barro muy profundo y pequeños riachuelos de agua, todo esto mientras no dejaba de llover ni un momento. Al final de esta bajada y con los pies llenos de barro, llegué a Roncesvalles sobre las seis y algo de la tarde.

Me sellaron la credencial y me fui al nuevo albergue Itzandegia, que está en el antiguo hospital de peregrinos. Me desvestí y puse la ropa a secar, llevaba mojada hasta la camiseta interior, ¡hasta las cosas de dentro de mochila! Así que después de recoger un poco todo me fui al restaurante La Sabina donde pedí el té más caliente del mundo y un bollo, para entrar en calor. Comí el bollo y el té mientras hablaba con una chica mexicana que había hecho la misma etapa que yo pero en bicicleta. Pobre de ella, decía que lo había pasado fatal bajando desde el último collado.

Fui a misa de las siete, donde nos bendijeron para llegar a Santiago (que falta nos haría con etapas así) y volví al albergue a preparar, a duras penas, la etapa del día siguiente, pues la guía quedó destrozada con la lluvia.


La cena me costó 8€, y era plato único: crema de calabacín y las típicas truchas de Roncesvalles. Estuve con una francesa, un inglés y un italiano, todos hablábamos inglés, la verdad es que eran gente bastante maja, y sobre todo al hombre inglés le volví a ver varias etapas después en el camino. A las diez y pico nos fuimos todos a dormir al albergue.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno primo, vaya comienzo!!! la verdad es que me ha gustado mucho, creo que este blog me va a enganchar más que el libro para dejar de fumar, jejejejejejeje, voy corriendo a leer la segunda etapa, besos.

Que ilu ser la primera en dejar un comentario.

Anónimo dijo...

Buen trabajo, buenas fotos y mucha ilusión en este blog, que naturalmente habrá que tener en cuenta. Saludos desde Roncesvalles.

Luis Fernando dijo...

Hola
Voy a realizar por primera vez el camino este año, es algo que desde niño he querido hacer, me compre un libro pero creo que tu pagina esta mejor. Yo tambien vivo en Madrid por lo que si te apatece un dia nos tomamos algo y me cuentas, mi mail es luisfernando1979@gmail.com
Saludos